Language: English

¿Qué tiene que ver la gobernanza con la toma de decisiones en grupo?

La toma de decisiones en grupo forma parte de la gobernanza. La gobernanza es más que tomar decisiones: es la forma en que dirigimos los grupos, quién recibe qué información… básicamente el sistema operativo del grupo u organización. Sabemos que “gobernanza” no suena muy atractivo. Suena seco y nos recuerda a los gobiernos y a las salas de mármol. ¿Qué tiene que ver contigo? En realidad, mucho. ¿Formas parte de un grupo? ¿Ese grupo toma decisiones? Entonces esto es importante.

Siempre que los grupos toman decisiones juntos, hay que responder a estas preguntas clave:

  • ¿Quién toma qué decisiones?
  • ¿Cómo tomamos las decisiones para el grupo?

Una organización conocida

Observemos una “organización” informal con la que todos estamos familiarizados: una familia. Las familias toman muchas decisiones: cómo gastar el dinero, qué comer, cómo pasar los sábados por la mañana, quién puede hacer qué. Tradicionalmente, muchas familias son organizaciones autocráticas dirigidas por los padres. Pero ahí no acaba todo. Sigue habiendo grandes preguntas de gobernanza: ¿qué pasa si uno de los padres dice que sí y el otro dice que no? ¿Y si los padres son mayores y necesitan cuidados y ya no pueden gobernar? ¿Y si hay un divorcio? ¿Puede el padrastro o la madrastra decirle al preadolescente que no está bien llevar sandalias en la nieve? Son preguntas muy reales. Y decenas de decisiones de este tipo las toma todo el mundo diariamente, independientemente de que lo llamemos “gobernanza”.

De este modo, la gobernanza no se limita a las salas de juntas o al senado. Y la democracia no es la única forma de tomar decisiones: ¡hay mejores alternativas a la democracia! Este artículo presenta un método de gobernanza llamado sociocracia, el cual se puede considerarse una forma mejor de tomar decisiones en grupo.

La gobernanza: es una parte de toda la toma de decisiones del grupo

Una vez que se analiza, los problemas de gobernanza, en todos los grupos y a todos los niveles, suelen ser los mismos. Alguien, de alguna manera, tiene que decidir. Los sistemas de toma de decisiones que utilizamos en nuestros grupos condicionan profundamente nuestras vidas y, sin embargo, casi nunca nos detenemos a cuestionar cómo nos conducimos.

Un diagrama de primero una persona, luego 3 personas, luego 6 personas para demostrar una organización en crecimiento

Tendemos a pensar que las cosas son como son. Pero no todo lo que aceptamos como normal tiene sentido. Por ejemplo, la mayoría de las sociedades occidentales ya no confían en los autócratas, pero en el caso de las empresas privadas, nos parece normal que un director general gobierne como un rey. Otro ejemplo son las democracias, donde sostienen que el voto es la norma de oro. Pero digamos que una familia quiere planear unas vacaciones. Un hijo y un padre quieren ir a los museos de arte de París. Un padre y dos hijos quieren volar a Turquía para ir a la playa. Se llega a una votación, 3-2, y dos personas tienen que construir castillos de arena en lugar de ver el Louvre. Eso es lo que consideramos justo. ¿Y, realmente lo es? Esto no parece justo.

Entonces, ¿cómo puedes mejorar la toma de decisiones en grupo?

Toma de decisiones en grupo sin un sistema

Hay quienes dicen que es mejor no tener ningún sistema, porque todos los sistemas o métodos tienen preferencias. Aunque estoy de acuerdo, no tener ningún sistema reconocido suele dar lugar a la toma de decisiones sin trasfondo, indisputable que produce a bastantes fricciones por la falta de claridad. Al fin y al cabo, no tomar una decisión también es una decisión. Por lo tanto, cualquier forma de gobernanza que elijamos (o no elijamos) es una elección.

Todos los sistemas de gobernanza son construcciones sociales. Simplemente estamos más acostumbrados a unos que a otros. No nacimos ya sabiendo acerca de las boletas de voto ni las reglas del debate parlamentario Si pensamos en los desacuerdos entre muchas naciones, el abuso de poder en las organizaciones… todo está relacionado con la gobernanza, lo que la convierte en uno de los temas centrales de nuestro tiempo.

La forma de tomar decisiones también determina nuestra cultura de grupo. Por ejemplo, se ha descubierto que el método de toma de decisiones determina el grado de igualdad en la conversación que conduce a la decisión. Cuando tomamos decisiones por votación, los hombres hablan más que las mujeres. Cuando trabajamos por consenso, hay una participación más igualitaria. (fuente)

De este modo, los sistemas de gobernanza contribuyen a nuestra cultura más de lo que la mayoría de nosotros somos conscientes. La buena noticia es que, con un buen sistema, podemos mejorar considerablemente la cultura y la equidad de nuestros procesos de toma de decisiones.

Margaritas en elronda, el texto dice "El fin de nuestra gobernanza es incrementar la conexión en lugar de dividirnos".

Entonces, ¿Qué es la sociocracia?

Tras evolucionar hasta su forma actual en la década de 1980, la intención de la sociocracia era diseñar un conjunto de herramientas de gobernanza que dieran a los grupos la oportunidad de organizarse y tomar decisiones de una forma más empoderada y flexible. Equilibra la eficacia y la igualdad de voces: el deseo de avanzar hacia la misión del grupo y asegurarse de que todas las voces puedan ser escuchadas en el proceso.

La gente se interesa por la sociocracia porque quieren hacer que sus organizaciones sean más humanas y mejorar la toma de decisiones en grupo. La sociocracia se utiliza actualmente en organizaciones con fines de lucro, sin fines de lucro, cooperativas, escuelas, comunidades y proyectos no oficialmente incorporados. A menudo la combinan con la Comunicación No Violenta, Agile y diversas formas de crecimiento personal y organizativo.

Cómo funciona la toma de decisiones en grupo en la sociocracia

Un diagrama de círculos sociocráticos con doble enlace.

¿Quién decide?

Todo lo que necesita atención en una organización se divide en dominios. De cada dominio se encarga un grupo de personas (llamado “círculo”).

Por ejemplo, un círculo de afiliados se ocupa del dominio de los afiliados, tomando decisiones y políticas sobre los afiliados y la afiliación. Un Círculo de la página Web toma todas las decisiones sobre el dominio del sitio web. Un Círculo de Marketing se encarga del dominio de marketing y toma todas las decisiones y políticas necesarias en el camino. Tiene sentido, ¿verdad?

Ten en cuenta que estos círculos, en realidad, tienen toda la autoridad (¡y responsabilidad!) en su dominio. El Círculo de la página Web no necesita pedirle permiso a nadie sobre sus decisiones en el sitio web. No hay un poder central que tome las decisiones mientras el resto se limita a hacer lo que se le dice. Por eso llamamos a este sistema autoridad descentralizada o distribuida. Todo lo que tenemos que hacer es crear un sistema para decidir quién decide y entonces muchas personas pueden tomar muchas decisiones en muchos lugares diferentes.

¿Por qué no hay sólo caos?

Que muchas personas tomen muchas decisiones de forma independiente puede sonar a caos. Pero no hay caos porque sabemos exactamente qué círculo o individuo es responsable de las decisiones en cada ámbito. Y sabemos exactamente cómo se relaciona cada pieza del conjunto con las demás.

Para asegurarnos de que todos los grupos relacionados puedan mantenerse informados, tenemos una forma especial de conectar dos círculos. Se eligen dos miembros del círculo para que formen parte de ambos, de modo que puedan contarse de un círculo a otro lo que están haciendo. De este modo, todas las actividades pueden alinearse y formar un todo. Aún mejor, esos dos “enlaces” son elegidos por los propios círculos.

Una imagen de 3 círculo de trabajo sociocráticos diferentes
3 círculos de trabajo sociocráticos unidos por un círculo general.

¿Cómo toman decisiones los grupos en la sociocracia?

Una representación de cómo funciona una ronda en la sociocracia

Así es como no tomamos decisiones: no hablamos siempre, no votamos, no controlamos a la gente. Entonces, ¿cómo? Gracias a la estructura de los círculos, todo está ordenado en cajas pequeñas. Eso nos permite tomar decisiones en pequeños grupos, lo que facilita que nos escuchemos unos a otros. Para asegurarnos de que todo el mundo escuche, hablamos en rondas: una persona habla cada vez, una por una. Como sabes que tendrás tu turno, puedes escuchar a todos los demás.

Una vez que se ha entendido bien una propuesta y se ha tomado una decisión al respecto, el círculo decide por consentimiento:

El consentimiento se define como la preferencia de uno y su rango de tolerancia. Una objeción está fuera del rango de tolerancia de alguien e interfiere con el objetivo del grupo.
  • El consentimiento significa que puedes trabajar con la propuesta y estás dispuesto a avanzar, ya sea porque la propuesta es tu predilección o porque es algo con lo que puedes trabajar.
  • Una objeción(sin consentimiento) indica que hay algo en la propuesta que todavía no es lo suficientemente bueno, por ejemplo, cuando una nueva política tendrá consecuencias negativas en otro lugar, estas deben abordarse de alguna manera. En lugar de discutir, nos centramos en el objetivo del grupo y encontramos la mejor solución que se ajuste a nuestra misión.

Incluso elegimos a los líderes y facilitadores de cada círculo por consentimiento: sólo cuando no hay objeción, la persona puede ocupar el papel. Esto tiene el efecto secundario deseado de que sólo aquellos que gozan de la confianza de la organización acaban ocupando puestos de liderazgo y enlace. En lugar de premiar y promover las voces más fuertes, la colaboración y la escucha se convierten en la nueva cultura.

Pros y contras de la sociocracia para la toma de decisiones en grupo

Lo mejor de la sociocracia es la claridad que aporta. La sociocracia es eficiente, transparente y realizable. También es poco dramática. También creemos que conduce a decisiones que están más alineadas con tus valores.

Las rondas son otro de mis favoritos. Me ayudan a escuchar mejor a mis compañeros y colegas. Y puedo estar seguro de que mis compañeros me escuchan cuando me toca hablar. Como resultado, todos llegamos a conocernos mejor y creamos más confianza. Las cosas no se sienten tan apresuradas, acaloradas, dispersas o a la defensiva. Las reuniones son tranquilas, enfocadas y fluyen.

En cierto modo, la sociocracia es una forma de trabajar juntos con sentido común. Sin embargo, hay que estar dispuesto a reconsiderar cómo se hacen las cosas en el proceso de toma de decisiones del grupo. Hay que estar dispuestos a aprender. Para algunos, es una curva de aprendizaje. Otras personas simplemente dicen “¡esto es exactamente lo que he estado buscando toda mi vida! ¿Por qué nadie me habló acerca de esto hace 20 años?”.

¿Qué sigue? Elige uno:


Comentarios

Deja una respuesta

0 Compartir
Compartir
Twittear
Compartir