Existen cada vez más escuelas que apuestan por un acompañamiento respetuoso que desarrolle personas autónomas, comprometidas y creativas. Escuelas que apuestan por una innovación metodológica y didáctica dentro del aula, así como el emprendimiento en todas las etapas educativas como herramienta para el autoconocimiento.

Espacios que ofrecen un acompañamiento respetuoso, libertades y límites, con una cuidada preparación de ambientes educativos y estrategias de resolución de conflictos de forma dialogada y pacífica.

En esta manera de acompañar el desarrollo basada en la educación emocional y el aprendizaje cooperativo, se hace evidente que las personas adultas que forman parte de estos proyectos necesitan también maneras de organizarse, tomar decisiones y relacionarse acordes con lo que están transmitiendo a los niños y niñas.

Es por esto que cada vez son más escuelas las que llegan a la sociocracia y la eligen como manera de autogestionarse, inspiradas por otros proyectos y escuelas. Encuentran en la sociocracia una manera de conseguir esa equidad, transparencia y eficiencia de una manera sencilla y orgánica, que acompaña el propio desarrollo personal de las familias y los/as acompañantes, a medida que el proyecto avanza.